Tanto si es un principiante como un profesional experimentado, hay un campo que se adapta a su nivel. Haga birdie en un par tres fácil, bogey en un par cinco desafiante o diríjase a un campo de prácticas para trabajar su swing. Sea cual sea su juego, coja sus palos y salga a jugar una relajante partida de golf, porque en el condado de Oswego siempre es la hora del tee.
Para que conste, el condado de Oswego tiene su propia historia del golf. George Franklin Grant, natural de Oswego e hijo de un barbero local, era un apasionado del golf e inventó el tee de madera. Antes, los golfistas fabricaban montículos de arena húmeda para elevar la bola. Grant recibió la primera patente mundial del tee de golf en 1899 y su creación sigue sirviendo de modelo para los actuales tees de madera y plástico.